Hola Amig@s del Retro,
Como sabéis, el pasado sábado 25 de febrero por la mañana teníamos una cita en Terrassa para visitar el Museu Privado del Recreativo del Sr. Jaume Sanahuja, una visita realmente memorable.
Ya a primera hora, algo antes de las 9:30h nos encontramos un grupo de unas 7-8 personas en la puerta, allí estaban por parte de MGA: Jordi con la lista de invitados, Hugo a modo de cicerone con todo listo y en unos minutos, también se nos unió Artur. Lucía un sol de justicia y todo parecía presagiar una mañana entrañable, y así lo fue.
Fuimos bajando poco a poco las escaleras (están llenas de pósters y «flyers» de todo tipo de recreativas desde los 50 a los 80) hasta la antesala, y una vez que habíamos bajado el primer grupo, Artur nos dio la bienvenida y nos hizo una pequeña introducción sobre lo que íbamos a ver.
La primera parte está dedicada a las Sinfonolas (máquinas de discos o «jukebox» como dicen en USA), una colección que arranca desde pricipios del siglo XX. Hay una pianola/orquesta totalmente funcional que preside la entrada, que en unos meses cumple 100 años. Hugo nos contó como la trajeron de Italia (Rimini) y el cuidado que tuvieron. Pudimos ver desde las típicas sinfonolas americanas Wurtlitzer, hasta las españolas de Gedasa o Petaco que muchos de nosotros usábamos para escuchar nuestra música favorita en los bares y salones recreativos, a 5 pesetas dos canciones. Hay muchas, y muchas de ellas funcionales, que además conservan los éxitos de la época (50s, 60s, 70s…) y hasta se pueden escuchar sin monedas!!!
Las Sinfonolas dan paso a las primeras máquinas «Tipo B» de apuestas, encabezadas por la «Cascada», la primera de todas que explotó el Sr. Sanahuja y que substituyó a finales de los 70 a los «boletos» en los bares como juego de azar (sin legislación ni reglamentación en esas fechas). Nos comentaron que los hermanos Juan y Manuel Lao (fundadores de CIRSA) comenzaron su negocio explotando este tipo de máquinas y que las primeras se las compraron al Sr. Sanahuja.
Pudimos ver máquinas americanas de la época de Al Capone, dicen que era uno de sus negocios «legales» favoritos, y también había unas máquinas de «cuerpo entero» con forma humanoide con motivos de «western», nos explicaron que en los estados de USA que no se permitía el juego, las reservas indias con leyes aparte, disponían de casinos y estas máquinas eran de sus favoritas.
Tras pasar el agradable laberinto al más puro estilo «ikea» (sólo se pude avanzar en una dirección) llegamos a la zona de «bagatelles» (las máquinas de bolas francesas totalmente mecánicas precusoras de los pinballs), que desemboca en la tan ansiada zona de los pinballs, aunque antes pudimos contemplar algunas galerías de tiro electromecánicas y una maqueta animada de un parque de atracciones realmente espectacular.
Sin duda, para los que somos del «mundillo» la zona pinballs es la que más impresiona, con su mágico tintineo de los xilófonos que nos retrotrajeron a muchos a nuestra juventud/infancia. Hay casi una cincuentena de pinballs desde los 50 hasta los 80-90, si bien es cierto que de las dos últimas décadas hay bien pocos, la verdad es que no se echan de menos, ya que todos lo demás son auténticas joyas que difícilmente encontraremos en ningún otro sitio. Casi todos los pinballs estaban operativos, en gran parte gracias a nuestro amigo Paco de Ikari Pinball que se empleó a fondo y trabajó a contrarreloj con Hugo y Fernando de MGA para que pudiésemos disfrutar de los máximos posibles.
Personalmente me impresionó la Petaco «Rey de Diamantes», una máquina realmente impactante por el bien estado que presentaba, y no era de extrañar, estaba restaurada por el ilustre Sr. Don Eulogio Pingarrón (Director de prototipos y diseños de Petaco) con una dedicatoria para el Sr. Sanahuja.
También pude disfrutar de una máquina de mi infancia, una «Caddie» de Playmatic que me puso la piel de gallina.
Junto a los pinballs pudimos disfrutar de algunas arcades clasicas que habían por allí, una Aerolitos Espaciales (versión española de Asteroids) con su espectacular monitor vectorial, una Galaxians, una Moon Patrol, una Crash… Una pequeña muestra que nos dejó un buen sabor de boca.
Podría llenar muchas páginas con todo lo que vimos y vivimos en la visita, pero si os gusta lo que os he comentado, suscribíos a este blog y cuando volvamos a coorganizar la próxima visita os apuntáis.
Sólo me queda agraceder en primer lugar al personal de MGA: En especial a Jordi, Hugo, Artur y al Sr. Sanahuja habernos brindado la oportunidad de ayudarles a organizar la visita y por su predisposición y hospitalidad en la misma (lo del catering al final de la visita fue la guinda en el pastel). También a Osquilla de nuestra asociación hermana A.R.C.A.D.E. y a Oscar de Joc Privat por contribuir en la tarea de reclutar gente para la visita.Me despido con esta foto de arriba que me hizo mi hija con Artur, director general del área de industria de MGA y al que debemos la iniciativa de esta visita.
Retrosaludos a tod@s,
Elu Tortosa (Mirloblan) – Presidente de Retromaniacs.es
Un gran reportaje Elu.
Gracias.
Gracias Juan!