El museo más grande de Pinball de Europa: Flipper-Muzeum de Budapest

Hola Retromaniacos,

Tras una larga ausencia del Blog, vuelvo a escribir un artículo realmente de peso, por lo menos para mi, que pasé dos largas tardes sin parar de jugar al pinball, entre más de 130 máquinas disponibles!!!!

Os he de confesar que realmente fue por casualidad, lo que todavía fue más emocionante, la idea era pasar la Semana Santa de turistas en Budapest, y fue mi hermana la que descubrió el sitio. Ni por asomo imaginé lo que me iba a encontrar: Un auténtico paraíso pinbalero, con máquinas de todas clases, desde sus inicios a finales del siglo XIX hasta los últimos modelos de Stern, una de las pocas casas que quedan fabricando todavía. Para muestra un botón, aquí tenéis los primeros pinballs, tambien llamados «bagatelle» y rápidamente adoptados por los americanos, parecidos a los que construíamos de niños con pinzas de la ropa, clavos pequeños y canicas.

El museo está en unos sótanos industriales muy «retros» con bóveda y obra vista de ladrillos, poca iluminación para que no moleste para jugar, y cada máquina con su letrero encima que indica fabricante, año de fabricación, país de origen, título etc, pero si queréis saber más, le podéis preguntar al artífice de todo ésto que no es otro que Balázs Pálci, o a cualquiera de sus colaboradores que van dando vueltas por el local y que amablemente te explican lo que quieras saber. Aquí una foto mía con Balázs, un tío genial con el que estuve hablando un buen rato y al que ya avisé que escribiría un artículo en nuestro blog de la asociación.

Si hubo un momento especialmente nostálgico para mí fue el poder jugar a pinballs de los años 50, 60 y 70 a los que había jugado de pequeño, con ese ruido típico de «campanitas» y el arranque peculiar de los rodillos de los marcadores poniéndose a cero, abajo el vídeo de Criterium 75, una máquina que un verano de niño con 8 años, ví como instalaban, nueva de trinca, en el bar de al lado de la casa de mi abuela donde pasaba los veranos. 10 ptas. 1 partida y 5 duros 3.

La primera tarde fueros 3,5 horas, y la segunda, a 24 horas de volver a casa, 4 horas enteras, ambas con mi hijo de compañero y el segundo día con alguien más que prefiere mantenerse en el anonimato. No dejamos títere con cabeza (o sea máquina sin probar). Y como no sólo de pan vive el hombre, había esta reliquia de videojuego a la que no pude evitar jugar.

Bueno pues si os gustan los pinballs, ésta es una visita obligatoria que no podéis perderos bajo ningún concepto, además ahora que hay vuelos directos de Ryanair, Vueling y Wizzair os va a salir por dos duros y el alojamiento y comer allí no es nada caro. Además el coste de inflarse a jugar es más que razonable: 500 florines la entrada (sólo ver) y si añades 2.000 más puedes jugar hasta hartarte (total 8 y pocos euros desde las 16h a las 00h si os apetece). Aquí abajo un trío de ases que los amantes del pinball van a adivinar aunque no se lean las letras.

Para llegar allí no es problema, ya que está muy cerca del centro comercial más grande de Budapest, el West End City Center en la parada de metro de Ferenciek Tere, a 5-10 minutos andando del museo. Aquí al lado de nuestro clásico Fish Tales (que el nuestro tiene su «topper» con un pescado encima del cabezal) y el Circus Voltaire que en su día tuvo mi cuñado y nos inflamos a jugar.

Podría seguir escribiendo mucho más pero no quiero pasarme, lo que sí os digo es que: NO OS LO PERDAIS!!!

Abajo un vídeo de despedida de 4 minutos en el que recorro el museo, de manera un poco atropellada pero muy ilustrativa de lo que hay allí.

Un abrazo a todos los pinbaleros del ciberespacio.

Mirloblan